Siete Puntos

Enfatizar las siguientes frases...

Así como la semana pasada repasamos las expresiones que sería conveniente omitir en este 2023, así ahora podemos encontrar ciertos enunciados a enfatizar.
1.

… en el 2023, será un buen propósito.

En efecto. Así como la semana pasada, la última del año, repasamos las expresiones que sería conveniente omitir en este 2023, así ahora podemos encontrar ciertos enunciados a enfatizar.

Hay locuciones que impactan de manera positiva en familiares, amistades, colegas, hasta adversarios, etc. Conviene tenerlas en cuenta y fortalecerlas. Estoy seguro de que haremos mucho bien al pronunciarlas, quizá más del que imaginamos.

Veamos algunas de ellas, sin ser exhaustivos.

2.

¿Con qué palabras nos dirigimos a Dios? Sugiero que, en vez de solicitarle en nuestras peticiones su injerencia para resolver los problemas del mundo, mejor se los encarguemos.

Te encomendamos” la paz en el mundo, suena -y tiene un contenido- diferente a te pedimos que acabes con la guerra.

No manejamos la idea de un Dios intervencionista, pero con respeto filial ponemos en sus manos el problema que nos preocupa. Asumimos nuestra responsabilidad, pero también nos abandonamos al misterio de su acción misericordiosa.

3.

Cuando alguien te informa sobre su estado de salud, y te avisa de un protocolo médico a seguir -citas, cirugías, tratamientos, etc.-...

..en vez de sugerirle, casi imponerle, imaginemos que le decimos: “¿En qué te puedo ayudar?”, “¿Qué se te ofrece?”.

Así, mientras manifestamos una gran disponibilidad para apoyar, abrimos la puerta para que la persona misma nos indique su necesidad. No invadimos, respetamos y resolvemos problemas reales, atendemos a sus inquietudes y no le endilgamos nuestras soluciones, proyecciones y hasta traumas.

4.

Somos muy dados, en especial con colaboradores, a señalar errores y áreas de oportunidad. Y sí. Con frecuencia es preciso corregir, cambiar rumbos.

Pero: ¿y si también reconocemos los aciertos, aunque sean mínimos? “¡Lo estás haciendo muy bien!”, no sólo significará un pequeño aplauso para quien se esfuerza y logra avances en su desempeño, sino que elevará su autoestima...

...muchas veces dañada por este ánimo competitivo que priva en nuestra sociedad, y que nos acostumbra a ver la vida en términos de victorias y derrotas.

5.

En el terreno social, el final del año no arrojó muchas esperanzas para este 2023. Quienes respaldan el actual proyecto político sienten que, aunque la macroeconomía, por ejemplo, marche bien, la pobreza aumenta, la inseguridad no se diga, y la polarización es gigantesca.

Los que se oponen a la 4T, por su parte, ven con temor lo que pueda venir, y se asustan ante una posible continuidad del modelo.

¡Ánimo, participa!”, será una buena exhortación para evitar actitudes quejumbrosas pero carentes de propuestas.

De nosotros depende el futuro. Necesitamos construirlo.

6.
Pero, sobre cualquier otra palabra, hay una que podemos repetir hasta la saciedad: “¡Gracias!”.

Y es que, muchas veces acostumbrados a recibir favores, ya por cariño o por la posición que ocupamos en una determinada estructura, podemos perder de vista la necesaria gratitud ante quien nos brinda un servicio.

Ser agradecidos habla bien de nuestra educación, nos ayuda a reconocer las bondades ajenas, y nos permite mirarnos en el espejo de la vulnerabilidad, pues mientras más pasen los años, más necesitaremos de los demás.

7.

Cierre icónico.

Murió Benedicto XVI, el “profesor”, como le llaman algunos de sus simpatizantes teológicos.

Y en ese calificativo se centró su destino: vivió frente a un salón de clases, repleto de estudiantes, a quienes había que enseñar los tradicionales preceptos doctrinales de una Iglesia -según el catedrático- en peligro por sus crecientes relaciones con el mundo. De las aulas brincó al arzobispado de München, luego a la Congregación para la Doctrina de la Fe, hasta suceder a Juan Pablo II.

No pudo ser pastor. Nunca dejó de ser profesor.

Padre Paco

El sacerdote José Francisco Gómez Hinojosa (Monterrey, México, 1952) es el actual Vicario General de la Arquidiócesis de Monterrey. Es diplomado en Teología y Ciencias Sociales por el Departamento Ecuménico de Investigaciones de San José, Costa Rica, y doctor en Filosofía por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Ha sido profesor en el Seminario de Monterrey, en la UDEM, el ITESM, la Universidad Pontificia de México, el Teologado Franciscano, el EGAP (Monterrey) y la Universidad Iberoamericana (Centro de Extensión Monterrey).