¿Encadenados o libres?
Ayer domingo, al ver las grotescas imágenes del debate (gritos, sombrerazos, difamaciones) que se dio en la Cámara de Diputados de México por la Reforma Eléctrica presentada por el presidente AMLO (para limitar la participación privada en el sector), no pude más que sentir lástima, mucha pena por los legisladores de Morena y sus aliados.
A leguas se veía no sólo el poco conocimiento legislativo de esos diputados, sino algo peor: todos ellos estaban encadenados.
Por si fuera poco, me dije, han encontrado normal el estar atados a la máquina de la 4T, a un ritmo de producción en el que ya apenas les quedan decisiones libres.
Morena y secuaces ya no tienen vida propia, pensé. Sus acciones colectivas privan más que los pensamientos individuales, son burdas, groseras, muy bajas.
Más que lograr “transformar al país” como lo decían en su campaña, ellos mismos se han sometido al engranaje de su partido.
Actúan en bloque, piensan en bloque, hasta comen en bloque, todo gira alrededor de los deseos de AMLO. Las decisiones de su partido los afectan al grado de enloquecer, de perder la capacidad de pensar en lo que hacen y dicen.
Aún tengo grabada la imagen (asquerosa) de los diputados de Morena cuando tomaron el Salón de Plenos para festejar a AMLO.
A mordidas compartieron el pastel sin importarles la educación ni el COVID. Así tal cual sin platos ni tenedores, se lo iban pasando uno por uno y lo mordisqueaban, denigrando por completo al recinto legislativo. Y dando un muy mal ejemplo a la ciudadanía en época de pandemia.
No se dan cuenta que están inmersos en un partido que por un lado busca, a toda costa, combatir los “dogmas” impuestos por el neoliberalismo, y por el otro, se han implantado ¡sus propios dogmas!:
- No creas en la iniciativa privada.
- Sataniza a Felipe Calderón.
- Idolatra a los líderes comunistas.
- No creas en los organismos de la sociedad civil.
- No creas en las críticas de los medios de comunicación.
En pocas palabras:
¿Para qué pensar si AMLO sabe todas las respuestas? ¿Quién se atreve a discutirle al presidente? ¿Cómo no someterse a sus designios si hasta se nos permite para conseguirlos, ser rebeldes?
El caso es que ayer, las imágenes de los diputados de Morena y sus cómplices eran tristes, deplorables, daban pena. Como las de aquellos soldados nazis implacables que temían más no hacer lo que les ordenaba el Fürer que pensar en las atrocidades que estaban cometiendo.
Finalmente, fue muy triste el espectáculo de ayer de la 4T en el debate por la Reforma Eléctrica, y más triste aún ver al partido Verde convertirse en partido “Rojo” por complacer a AMLO.
Pero ¿¡sabe usted!? Lo que fue maravilloso a la vez: constatar que si por un lado vimos legisladores encadenados, por el otro contemplamos a los diputados libres, a los que buscaron el mayor bien para México y no para sus partidos ni bolsillos, a los que con esfuerzo y entrega nos representaron dignamente logrando frenar una de las mayores apuestas del Presidente.
Gracias a todos ellos la reforma no pasó, la lograron tumbar.
Qué placer ver a nuestros legisladores nuevoleoneses y de todo el país representarnos con entrega y valentía. Agustin Basave, Annia Gomez, Ildefonso Guajardo y muchos más pasaron la noche en San Lázaro para no arriesgarse a enfrentar bloqueo de Morena al recinto, al día siguiente.
El caso es que lo sucedido ayer en San Lázaro es para reflexión nacional, para lanzar un S.O.S definitivo que ponga sobre aviso a México.
Si nuestros legisladores libres, valientes lograron tumbar la nefasta Reforma Eléctrica, ¡qué no podríamos lograr todo México unido si desde hoy intentamos una gigantezca cruzada nacional que devuelva en el 2024 al país, su rumbo, su libertad, su esperanza!