Culto al odio

Hoy nuestro país se suma a los países azotados por la violencia generada por el odio.

“Me sorprende que Shakira y Piqué hayan abarrotado las noticias y la masacre de cristianos en Nigeria simplemente no haya llegado a generar una sola noticia”.  El mensaje anterior lo envió por Twitter, Mauricio Artieda desde Lima Perú.

De inmediato me di a la tarea de investigar… y en efecto, el domingo pasado un grupo de hombres armados atacaron la Iglesia St. Francis en Ondo, Nigeria. 

Los agresores mataron a decenas de personas que se encontraban en la misa dominical. El balance (según un parlamento local) asciende entre 80 y 100 personas asesinadas, y además secuestraron al sacerdote.

Esta terrible matanza no es hecho aislado: Nigeria lleva sufriendo por décadas continuos asesinatos a sangre fría y secuestros masivos, muchos de ellos incitados por el odio. La amenaza yihadista que desde el 2009 asola al noreste del país, no da tregua.

Lo cierto es que el Estado Islámico, desde hace más de 20 años, no deja en paz a los nigerianos. En especial, se han dedicado a acabar con la vida de cristianos y sacerdotes.

Si echamos un vistazo a México, me pregunto:
¿Habrá mucha diferencia entre la violencia por odio que zarandea al país africano, a la violencia por odio que sacude a nuestro querido país?

Justamente comentaba el periodista Pedro Ferriz de Con hace unos días que en toda su vida no le había tocado ver lo que está sucediendo hoy en México. Lo que esos continuos discursos de odio y división han generado entre la población, y en especial entre el crimen organizado.

Ferriz se refirió específicamente al terrible video de la brutal masacre a 15 policías hace una semana en Jalisco, donde se va recorriendo en una toma por el piso a más de 15 uniformados masacrados, tirados en el suelo… al final aparece un policía ya en el piso con el torso desnudo, acto seguido un narco le corta el pecho, le saca el corazón, se lo come.

Leyó usted bien, “se lo come”…

Luego Ferriz explica: “… El narcotráfico se ha transformado de manera profunda, a fines de los 80s al iniciar el tráfico de cocaína cambió la fisonomía del narco… comienzan a subir de tono sus rituales e inician los sacrificios humanos (…) Rituales satánicos que eran sumamente secretos ahora se hacen públicos".

Sea lo que sea, la realidad es que el culto al odio va escalando en México. 

Hoy nuestro país se suma a los países azotados por la violencia generada por el odio. En el caso de los policías, se trató de odio hacia las instituciones, al grado ¡de canibalizar! a un policía ya muerto.

Todo esto es muy grave, pero no menos grave que las manifestaciones que incitan al odio y a la destrucción de monumentos, palacios de gobierno, iglesias… no menos grave que las violaciones, trata de niños,  abuso y explotación sexual de menores, mujeres y hombres desaparecidos, feminicidios, homicidios, infanticidios que aparecen a diario en nuestro país, y en muchos otros… Como la terrible matanza de niños y maestras por un joven lleno de odio, en Uvalde, Texas.

Tan solo el día de ayer, la fiscalía de la Ciudad de México confirmó la detención de Nelson, un ciudadano neerlandés de los más buscados en el mundo por pedofilia y pornografía infantil.

El caso es que el culto al odio y cosificación del ser humano cada día aumenta en México y en el mundo.

Increíble que el Presidente AMLO no se dé cuenta que más allá de ganar adeptos,  lo que más gana con sus mensajes de confrontamiento es más odio y salvajismo sin límites.

Con sus políticas de "abrazos, no balazos" hay un enorme estímulo para los delincuentes. El acto de canibalismo de hace días habla por sí mismo de que está rebasada la ley, la moral, el respeto, la dignidad humana... ¡todo!.

No hay más. Los mexicanos nos encontramos en un momento de indefensión (así como se encuentran los nigerianos, o los niños en los colegios de EUA).

Por eso urge que las instituciones, el gobierno nos defienda, nos proteja, ¡se pongan de nuestro lado! NO con discursos que atizan el fuego sino con mensajes y acciones que busquen apagar este culto al odio y a la cosificación de la persona humana… que promuevan el derecho al respeto y a la sana convivencia.

¿Será mucho pedir?

Carolina Garza

Carolina Garza es comunicóloga, con Maestría en Ciencias de la Familia; es conferencista y vocera del Frente Nacional por la Familia. Ex Diputada Federal suplente, ex candidata al gobierno de Nuevo León y fundadora de la asociación  “Los Niños Primeros”. Durante muchos años fue editorialista del periódico El Norte y fue diputada local en NL.