Crear una necesidad

Dinero sobre dinero. El derecho universal para el agua se ha ido a la mano de los particulares.

Hemos caído del nada honroso primer lugar de consumo de refrescos embotellados. Ya somos el número 12. En el concierto de las naciones, los mexicanos celebramos con sodas y cerveza.

Pero las crisis veraniegas extendidas hasta el otoño están por volver en este 2023.

En los hogares el servicio de agua no es apto para consumo humano. Perdió los filtrados y la calidad antes tan presumida.

Todas las tiendas rápidas y los estanquillos de los barrios nadaron con existencias de refrescos. Mientras los anaqueles de agua embotellada y garrafones quedaron vacíos y sin fecha de resurtido para los consumidores.

Oferta y demanda. La misma agua concesionada a las empresas refresqueras y cervecería ofrecida a la venta al menudeo.

Dinero sobre dinero. El derecho universal para el agua se ha ido a la mano de los particulares.

Viva la crisis. Ahora llegan los nuevos inversionistas. En las calles, los negocios de surtido para garrafas con filas interminables.

Aquí vamos de nuevo. El resbaladero de los precios, costos, insumos y pozos, no han recuperado lo extraído.

Bajar la presión en las tuberías no es solo el comienzo. La pesadilla de los horarios intervenidos encrespa los ánimos de quienes menos tienen.

Si no llueve ni con la virgen de la cueva, la necesidad de despoblar, de sortear quien beberá agua pasa de la ficción a la realidad.

Deportar trabajadores a sus lugares de nacimiento no es algo tan exótico. Ya ha cruzado por la mente de los supremacistas norteños.

Aligerar la carga cuando el barco ya se hundió en arenas movedizas de los entreperneur y empresarios.

Gerson Gómez

Morelense de cepa Regiomontana. LCC con especialidad periodismo (UANL). Doctor en Artes y Humanidades (I.C.A.H.M.). Tránsfuga de la mesa de redacción en diferentes periódicos como El Diario de Monterrey, Tribuna de Monterrey, y del grupo Reforma en el matutino Metro y vespertino El Sol. Escort de rockeros, cumbiamberos, vallenatos y aprendices al mundo de la farándula. Asiste o asistía regularmente a conciertos, salas de baile, lupanares, premieres, partidos de fútbol y hasta al culto dominical. Le teme al cosmos, al SAT, a la vejez y a la escasez de bebidas etílicas. Practica con regularidad el ghosting. Autor de varios libros de crónica como Hemisferio de las Estaciones, Crónicas Perdidas, Montehell, Turista del Apocalipsis, Monterrey Pop y Prêt-à-porter: crónicas a la medida.