Bienvenido camarada Presidente
Esperamos no le disguste mucho viajar por carretera. Nuestro aeropuerto nuevo, el Felipe Ángeles, se encuentra en la periferia de la lejanía.
Es muy seguro. Con muy poco uso. Si pudiera entrar hasta en los sanitarios, lo encontraría exótico, hermoso y funcional.
Incluso podría comer alimentos regionales mexicanos sin pagar tanto como con las franquicias multinacionales.
Gran detalle de su parte, aceptar la rogativa. Nuestro canciller hizo las gestiones con su equipo de seguridad.
También Marcelo me hizo mención sobre la importancia de hacer un presente del tamaño de su investidura. Costó mucho esfuerzo. En la zona dorada de Sinaloa, usted sabe, de autogobierno de los criminales, fuimos por el werco Guzmán.
Le agradezco como no tiene idea, de las señales y los detalles, del paradero de Ovidio.
A sus agentes en nuestro país se les cuidó con sudor y sangre. Jamás permitiríamos una perdida humana. La captura y traslado fue todo un éxito. Ahora todo está en manos de las autoridades judiciales.
Para no batallar con la opinión ciudadana, mientras lo expatriamos y lo ponemos a disposición de su gobierno, el muchacho debe cantar sobre la estructura criminal.
Claro, con respeto a los derechos humanos y a los dictados internacionales. Como bien sabe, nuestro país, mi gobierno, como le llaman la 4T, respeta todos los elementos del buen hablar.